Colección VOID
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"La madre notó que al niño le gustaba más el vacío que el lleno. Decía que los vacíos son más grandes y hasta infinitos" (Manoel de Barros)
El contraste genera vacío. Exactamente por la existencia, la nada surge, imponente, como marco para la forma brutalista, simple y pura. Una oda a la ausencia, este elemento invisible que corroe la mirada. El sillón Void esta formado por placas metálicas que, plegadas, dibujan con luz y sombra. Recortes calientes en superficie fría. Confort donde se podría imaginar la soledad. Una escultura habitable. Por todas estas características, el Sillón Void nunca pasa por sujeto oculto. Como sillón u obra de arte, él instiga a la observación, invita al tacto y sorprende a los escépticos.